No endurezcan el corazón



Día 8

Con Jesús por la mañana. “El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama” (Lucas 11, 14-23).  “O eres santo o vas por el otro camino. Quien no recoge conmigo, no solamente deja de hacer las cosas... No, es peor: se dispersa, se arruina. Es un corruptor, que corrompe” (Papa Francisco). ¿Qué te dicen estas palabras? ¿Dónde tienes puesto tus intereses? ¿Qué te motiva cada día? Toma el día para reflexionar acerca del sentido que le das a tu vida y ofrece lo que vivas por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde. Vivir en plenitud. La plenitud no es una vida sin dificultades ni problemas, sino una vida en la que puedas integrar las tensiones. Las dificultades son circunstancias como los aciertos, el disfrute y el éxito. La lógica de la plenitud es tensión de estos extremos que no se resuelve, tan sólo se acoge y se “vive” tomando de todo acontecimiento el mensaje que deja, el aprendizaje que está destinado a darte. De ti depende qué hagas en cada caso. ¿Ofreces resistencia a lo que te incomoda? Lo que resistes persiste, aprende a acoger, toma sabiduría y dejar pasar.

Con Jesús por la noche. Navega mar adentro. Agradece lo vivido especialmente los momentos en que te has sentido más animado. Navega en el mar de tu corazón. ¿En qué momento del día has sentido miedo? ¿Qué ideas te surgieron? El miedo mueve al encierro y la violencia. ¿Cómo reaccionas tú? Pide a Dios que sane los miedos con amor, para que dejemos de vernos como enemigos o competidores. Apunta un propósito para mañana. 

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