Confianza plena



Domingo de Ramos.

Con Jesús por la mañana. «¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios Bendito? Jesús contesto: Si lo soy» (Mc 14, 1—15, 47). ¿Por qué la Cruz? Porque Jesús toma sobre sí el mal, la suciedad, el pecado del mundo, también el nuestro y lo lava, lo lava con su sangre, con la misericordia, con el amor de Dios. La Cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca conduce a la tristeza, sino a la alegría, a la alegría de ser salvados” (Papa Francisco). Bendice el inicio de la Semana Santa haciendo un servicio a quien lo necesite. Ofrece el día por la intención del Papa. 

Con Jesús por la tarde. Un mundo roto. Toma un tiempo en este domingo especial para encontrarte en intimidad con el Señor que por ti va a la Pasión. Mira tu entorno cercano y el mundo en el que habitas, reconoce el sufrimiento, familias desprotegidas y personas abandonas sin recursos ni sustento alguno. ¿Cuánto valoras lo que eres y lo que tienes? ¿Cuánto compartes? ¿En qué podrías comprometerte en esta Semana Santa para crecer en amor y fraternidad con tus hermanos? Quédate a solas con Dios y pide luces y fuerza para dar un paso más.

Con Jesús por la noche. Sembradores de esperanza. Aquieta el corazón. Agradece lo vivido desde el amanecer. ¿Qué situaciones han sido un problema para ti hoy? Hazte consciente del ánimo con que los viviste. ¿Siembras esperanza o te desanimas y contagias desánimo en los demás? De ti también depende construir un mundo esperanzado y abierto a los demás. ¿De qué modo podrías contribuir mañana a construir esperanza? Concreta y apunta un propósito.

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