Amor hasta el extremo

Día 29

Jueves Santo.

Con Jesús por la mañana. “Jesús le contesto: Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo. Simón Pedro le dijo: Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza” (Juan 13, 1-15). “Jesús que sirve, que lava los pies...Él, que era el ‘jefe’, lava los pies de los demás, a los suyos, a los más pequeños” (Papa Francisco). ¿Te dejarías lavar los pies por Él? ¿Lavas los pies a tus hermanos? Sirve, ayuda, sé comprensivo, no critiques, ten paciencia y deja que te ayuden y te atiendan sin sentirte obligado a devolver. ¡Eso es lavarse los pies mutuamente! Ofrece tu día por la intención del Papa.

Con Jesús por la tarde. Ser pan y vino. El modo de preparar la fiesta de la Eucaristía es crear la comunidad y vivir en ella, siendo pan y vino para los demás, alimento y alegría, sirviendo en los trabajos sencillos de la vida cotidiana, lavando los pies de los otros y dejando que otros nos laven a nosotros, ayudando y siendo ayudados, sin el orgullo que aleja, ni el desencanto que paraliza. Pide a Jesús amar el gesto importante de este Jueves Santo, el pan y el vino convertidos en su cuerpo y sangre, para que en él cobre sentido cada vida entregada por amor en este mundo descorazonado.

Con Jesús por la noche. Navega mar adentro. Agradece lo vivido especialmente los momentos en que te has sentido más animado. Navega en el mar de tu corazón. ¿En qué momento del día has sentido miedo? ¿Qué ideas te surgieron? El miedo mueve al encierro y la violencia. ¿Cómo reaccionas tú? Pide a Dios que sane los miedos con amor, para que dejemos de vernos como enemigos o competidores. Apunta un propósito para mañana.