Amor a los enemigos



Día 24

Con Jesús por la mañana. “Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores” (Mt 5,45). Es una lógica que rompe con todas las reglas, es la carta de presentación de los hijos de Dios. A veces tú también te encuentras en esta sintonía con el Padre y eres Reino, si eliges dialogar con quien te agrede, si perdonas y te acercas a quien te rechaza, si vuelves a confiar cuando te han traicionado, si ayudas a quien te ha dañado, si brindas tu amistad a quien te trata con indiferencia. Pasa por alto la ofensa que reciba. Ofrece el día por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde. Conocer a los demás. “El conocimiento es un proceso maravilloso si logramos escapar al afán de encasillar a los demás, de ponerles etiquetas o de definirlas por sus patologías, pecados o enfermedades” (Javier Rojas sj). Por mucho que nos acerquemos a las personas y creamos conocerlas, ellas siempre guardan una cuota de misterio, porque son en Aquél que es puro misterio. Conocer es también dejarse impactar por el misterio que es tu hermano sin pretender entenderlo, tan sólo dejando que sea. ¿Pides muchas explicaciones y justificaciones? ¿Buscas entenderlo casi todo? Respeta el misterio.

Con Jesús por la noche. Reconocer las dificultades. Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia especial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llegaron a dominarte ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor. Apunta un propósito para mañana. 

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