Red Mundial de Oración del Papa

Día 24 Natividad de San Juan Bautista Con Jesús por la mañana. «Con ese “¿A mí qué me importa?”, que llevan en el corazón los que especulan con la guerra, quizás ganan mucho, pero su corazón corrompido ha perdido la capacidad de llorar. Caín no lloró. No pudo llorar» (Papa Francisco).  ¿Reconoces qué cosas endurecen tu corazón? ¿Condenas a tus hermanos por su fragilidad o te compadeces del daño y el dolor que puedan ocasionar y padecer? Quien tiene duro el corazón vive en la miseria de la soledad deshabitada. Acércate a esa persona de quien estás alejado y salúdala con afecto. Ofrece tu día por la intención del mes.   Con Jesús por la tarde. «Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él» (Lc 1, 66).  ¿Para qué te escogió Dios? ¿Cuál es tu misión en este tiempo? ¿Cómo respondes?  Escucha la resonancia que te deja decir en silencio: «Te doy gracias porque me

Día 23 Sagrado Corazón de Jesús Con Jesús por la mañana. «¡Más difícil que amar a Dios es dejarse amar por Él! La manera de devolver tanto amor es abrir el corazón y dejarse amar. Dejar que Él esté cerca de nosotros y sentirlo cerca. Permitirle que sea tierno, que nos acaricie. Eso es muy difícil: dejarse amar por Él». (Papa Francisco).  Ofrece tu día por la intención del Papa.  ¿A quién le haría bien sentir tu amor, tu ternura y comprensión en este tiempo? Demuestra cariño y afecto. Acércate a los necesitados de tu vecindario y tu familia, con tu oración, compañía y sonrisa. Con Jesús por la tarde. «En esa oportunidad, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños» (Mt 11,25).  ¿Actúas con sencillez? ¿Valoras y agradeces las cosas simples de cada día, el sol, el aire, la comida, la vida de tus seres queridos? Las almas delicadas son agradecidas. R

Día 22 Con Jesús por la mañana. “La avaricia, la intolerancia, la ambición de poder… son motivos que alimentan el espíritu bélico, y estos motivos a menudo encuentran justificación en una ideología; pero antes está la pasión… y cuando no es la ideología, está la respuesta de Caín: ¿A mí qué me importa? ¿Soy yo el guardián de mi hermano? (Gn 4, 9). La guerra no mira a nadie a la cara: ancianos, niños, madres, padres… ¿A mí qué me importa?” (Papa Francisco).  Ofrece tu día por la intención del Papa.  Observa tus actitudes y reflexiona ¿Qué motivos te mueven a actuar, la vanidad o el servicio? Con Jesús por la tarde. «Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes» (Mt 6, 14).  ¿Necesitas ser perdonado? ¿Pides perdón a los demás? ¿Acudes al sacramento de la Reconciliación buscando el abrazo sanador del Padre?  Repite al ritmo de tu respiración: «Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor» Con Jesús po

Día 21 Con Jesús por la mañana. «Mientras Dios lleva adelante su creación y nosotros los hombres estamos llamados a colaborar en su obra, la guerra destruye. Destruye también lo más hermoso que Dios ha creado: el ser humano. La guerra trastorna todo, incluso la relación entre hermanos. La guerra es una locura; su programa de desarrollo es la destrucción: ¡crecer destruyendo!» (Papa Francisco).  Ahoga el mal que encuentres con gestos contrarios, saluda amablemente, recoge la basura que otros tiran, agradece un favor, anticípate a ayudar y ofrece por la intención del mes. Con Jesús por la tarde. «Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo» (Mt 6, 1). ¿Eres una persona que busca quedar bien con todos, pase lo que pase? ¿Buscas que haya justicia en tus decisiones? ¿Cuál es tu actitud frente a la injusticia?  Repite “saboreando” cada palabr

Día 20 Con Jesús por la mañana. “Desde esta Ciudad de la paz, repito con la fuerza y mansedumbre del amor: respetemos la creación, no seamos instrumentos de destrucción. Respetemos todo ser humano: que cesen los conflictos armados que ensangrientan la tierra, que callen las armas y en todas partes el odio ceda el puesto al amor, la ofensa al perdón y la discordia a la unión” (Papa Francisco).  Proponte ser dulce en todas tus palabras. Evita toda aspereza en el trato y ofrece tu día por la intención del mes. ¡Sé tú, instrumento de concordia! Con Jesús por la tarde. «Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores» (Mt 5, 44). Amar es una decisión de la voluntad ¿Te determinas a amar a quienes más te repugna hacerlo? ¿Pides a Dios esa gracia? ¿Perdonas con sinceridad?  Repite en lo que resta del día: «Corazón de Jesús, colmado de oprobios, ayúdame a amar como Tú amas». Actualiza el propósito de hoy. Con Jesús por la noche. Vivir en la verd

Día 19 Con Jesús por la mañana. «El nacimiento de Jesús está acompañado por el canto de los ángeles que anuncian: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama» (Lc 2,14).  Hoy, este anuncio recorre toda la tierra y quiere llegar a todos los pueblos, especialmente los golpeados por la guerra y por conflictos violentos, y que sienten fuertemente el deseo de la paz» (Papa Francisco).  Ofrece tu día por la intención del Papa.  Siembra la paz en tu familia, teniendo paciencia con todos, especialmente con los niños y los adultos mayores. ¡No les reproches! Con Jesús por la tarde. «Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado» (Mt 5, 42). ¿Eres generoso con los demás y contigo? ¿Das sólo cosas o te entregas tú, en aquello que das? ¿Estás disponible para los demás? Repite en el silencio del corazón: «Corazón de Jesús, paciente y humilde, ten misericordia de nosotros». Con Jesús por la noche. Vivir en

Día 18 Corpus Christi Con Jesús por la mañana. «La Eucaristía es el Sacramento de la comunión, que nos hace salir del individualismo para vivir juntos el seguimiento, la fe en Él. Entonces tendremos todos que preguntarnos ante el Señor: ¿cómo vivo la Eucaristía? ¿La vivo en forma anónima o como momento de verdadera comunión con el Señor, pero también con tantos hermanos y hermanas que comparten esta misma mesa? ¿Cómo son nuestras celebraciones eucarísticas?» (Papa Francisco).  Participa de la Misa del día y ofrece en ella por la intención del mes, para que los responsables pongan fin al comercio de las armas. Con Jesús por la tarde. «Los judíos discutían entre sí, diciendo: ¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?» (Jn 6, 52).  ¿Con qué alimentas tu vida? ¿De qué te nutres? Recurre al Evangelio, lee y medítalo, que es palabra viva y eficaz para ti. Ante una imagen de Jesús, repite con confianza: «Jesús, sé Tú mi alimento». Con Jesús por la noche.