Guías



Día 4.
  
Con Jesús por la mañana. “Los ancianos son hombres y mujeres, padres y madres que estuvieron antes que nosotros en el mismo camino, en nuestra misma casa, en nuestra diaria batalla por una vida digna” (Amoris Laetitia). Te invito a pensar a tus ancianos como guías en tus búsquedas ¿Qué descubres? ¿Qué significan para ti? No se trata de ahorrar vivencias, sino de comprender lo vivido. Aún de sus yerros se puede aprender. Ofrece tu día por la intención del Papa, haz click y comparte tu oración en las redes.  

Con Jesús por la tarde. “Al entrar en Cafarnaún, un centurión se le acercó y le suplicó: Señor, mi muchacho está postrado en casa, paralítico, y sufre terriblemente. Le dijo: Yo iré a sanarlo” (Mt 8, 5-6). ¿Descubres en ti o en la historia de tus mayores circunstancias que te atemorizan o te paralizan? ¿Necesitas sanar algo de la historia de tus mayores? Pide ayuda a Jesús. Repita al ritmo de tu respiración: “Señor una palabra tuya bastará para sanarme”.

Con Jesús por la noche. Explora tu interioridad. Agradece el día que termina. ¿Qué sentimientos estuvieron presentes durante el día? ¿Qué temores tienes? ¿Cuáles son las situaciones que te hicieron feliz? ¿Cómo has cuidado de aquello que te hizo feliz?  

Comentarios