Corazón de carne



Día 15

Con Jesús por la mañana. “Es mejor que el corazón sea de carne y no de piedra…El corazón, entendido...como ese núcleo más hondo donde está lo esencial de cada uno. Que incluye lo que sentimos, pero también lo que creemos y lo que sabemos. Lo que nos importa y preocupa. Lo que nos inquieta y nos emociona… Lo importante, lo esencial de nuestro corazón, es que sea capaz de amar, comprender y dejarse amar” (José M. Rodríguez Olaizola). ¿Qué llevas en el corazón? Apunta lo que descubras y agradece a Dios por ello. Ofrece este día por la intención del Papa.

Con Jesús por la tarde. "Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano" (Lc 17, 15-16). ¿Eres agradecido por lo que recibes a diario de Dios y los hermanos? ¿Manifiestas tu agradecimiento? Continúa agradeciendo por lo que llevas en el corazón y dile a Jesús: “Toma Señor y Recibe todo lo que soy y todo lo que tengo porque de ti lo he recibido”.

Con Jesús por la noche. Recuerda los sentimientos. Mira cómo te has sentido a lo largo del día. ¿Con qué sentimientos iniciaste el día? ¿Hubo algún cambio en ellos, en razón de qué? ¿Con qué sentimientos cierras el día? Los sentimientos mueven conductas y actitudes ¿con qué sentimientos se relacionan tus actitudes de hoy? Pide perdón por aquello que te hubiera gustado que fuera diferente. 

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