Basta con que se lo pidamos para que las piedras del camino comiencen a parecernos más livianas. O aparecen "amigos" que nos auxilian, o llegan fuerzas renovadas desde lo alto...
Él nos sostiene y anima en nuestros dolores y problemas, sean éstos grandes o pequeños...SIEMPRE. 
Todo sucede en los tiempos que Él estima mejor para nuestro crecimiento, que no siempre son nuestros tiempos...
Sólo por hoy Señor, dejo de preocuparme por mis problemas y vislumbro la solución que siempre llega de Tu mano.
@Ale Vallina

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